Un buen día llegó una perra a mi vida. Yo tenía poca idea de perros, lo mínimo, cuatro patas, 2 ojos… Ya había visto alguna vez al señor ese de la tele, me parecía espectacular lo que hacía aquel hombre, qué dominio, qué «don» que tenía. Empecé a absorber información de los programas de este señor y evidentemente empecé a aplicar sus técnicas, tirones de correa, sumisiones forzosas e incluso el collar eléctrico, técnicas de adiestramiento tradicional.
Os puedo decir que todas estas técnicas funcionaron más bien nada, con mi consiguiente frustración y broncas hacia el perro.
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